Entendemos por coche eléctrico todo aquel vehículo que está impulsado por uno o varios motores alimentados por una fuente de energía eléctrica posteriormente transformada en energía cinética, sea recargada o no a través de la red.

Los coches eléctricos funcionan con electricidad suministrada por baterías recargables.
A diferencia de los coches convencionales, emplean una transmisión de una sola velocidad porque su motor puede ofrecer su máxima fuerza de torque a velocidades extremadamente bajas.
Los coches eléctricos funcionan de forma silenciosa y suave, incluso cuando aceleran con potencia.
Debido a que funcionan con una fuente de energía limpia (la electricidad), los coches eléctricos no generan gases contaminantes, lo que los convierte en vehículos 0 emisiones, un transporte respetuoso con el ambiente.
Entre las principales características de los coches eléctricos se encuentran las siguientes:
Los coches eléctricos cuentan con motores eléctricos que suelen ser pequeños y ligeros. Estos motores pueden ser de corriente continua o alterna. Los primeros se alimentan directamente de la batería principal. Los segundos, de la energía emitida por la batería, pero que previamente ha sido transformada en corriente alterna por un inversor.
Toda la electricidad que impulsa al motor de los coches eléctricos se acumula en las baterías. Aunque existen distintos tipos, las más utilizadas son las baterías de ion-litio, ya que este material es un poco más ligero que otros como el plomo, lo que le da una mayor capacidad para almacenar electricidad.
Los coches eléctricos, a diferencia de los híbridos y los de combustión, eliminan por completo el uso del motor a gasolina. Por lo tanto, solo dependen de uno eléctrico cuyas baterías deben ser recargadas conectando el vehículo a una red de energía eléctrica.
Los coches eléctricos funcionan gracias a tres componentes clave: la batería, el controlador y el motor eléctrico. La batería se encarga de recibir la energía eléctrica desde una fuente externa y de almacenarla para su posterior uso. Cuando el coche está encendido, la energía que circula por la batería es dirigida hacia el controlador, que a su vez se encarga de transmitirla hacia el motor eléctrico.
En este punto, el motor convierte la energía eléctrica en mecánica, es decir, transforma la electricidad en movimiento. Para lograr dicho movimiento, este motor tiene una parte fija denominada estator que se encarga de sostener a una parte móvil, denominada rotor, y unas escobillas, que se ocupan de la conexión eléctrica entre ambas partes. Gracias a las escobillas, el rotor se alimenta de la batería, generando un movimiento circular que acciona el giro de las ruedas del coche.
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