Cada 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría
¿A quién se le ocurrió dedicarle una fecha a ese inigualable sentimiento?
Fue Alfonso Becerra, quien, durante un congreso de gestión cultural en Chile celebrado en 2012, expuso su idea (“La idea surge y empiezo a desarrollarla para ver qué pasa alrededor de otras fechas, y me encuentro con la sorpresa que, por lo general, celebramos eventos que han estado relacionados con la guerra, con la sangre y con la muerte, festividades religiosas, fiestas o fechas políticas como las Fiestas Patrias, y que todo aquello que nos produce alegría o gozo parece que no hace parte de los calendarios mundiales” dijo en una entrevista) y logró que esta sea acogida por organizaciones de diferentes países.

¿Qué es la felicidad?
Expertos psicólogos definen a la alegría como una emoción pasajera que se manifiesta por medio de la risa o la sonrisa, aunque también es cierto que la alegría provoca manifestaciones de todo tipo, desde saltos, aplausos, bailes… Cada persona la manifiesta de forma diferente.
Realmente, la alegría es una emoción subjetiva, y dependerá mucho de la persona a la que preguntes. Habrá personas a las que les provocará alegría estar tumbados en una hamaca en una playa del Caribe. Y para otros, la alegría es hacer una buena caminata en la montaña.
En esta festividad se busca valorar la importancia y la necesidad de cultivar ese sentimiento de bienestar, gratitud y satisfacción con la vida, como lo es la alegría, pese a las dificultades que una persona pueda experimentar en su andar cotidiano.
Resulta importante hacer una reflexión sobre cómo el estar alegres nos puede ayudar a sobrellevar de mejor manera los problemas, sobre todo si se toma en cuenta que, de afrontarlos con una actitud optimista de cara al futuro pueden hacer que se conviertan en grandes oportunidades.
Hay personas que son felices con pequeños detalles (otras nunca están contentas con nada, eso es cierto) pero los beneficios de estar alegres y dejar los malos rollos de lado son enormes para nuestro organismo.
Ese estado de ánimo sirve para reducir nuestro estrés ya que se segregan hormonas como las endorfinas y adrenalina, mejora nuestro rendimiento, aumenta la longevidad, favorece nuestras relaciones personales y sociales y es un potente analgésico natural y sin coste alguno.
Está comprobado que estar alegre:
Disminuye las hormonas del estrés, lo cual le ayuda a relajarse.
Mejora la calidad del sueño.
Alivia el dolor.
Reduce la presión sanguínea.
Mejora el sistema inmunológico.
Fortalece la función cerebral.
Aumenta la longevidad.
Protege el corazón y evita ataques al corazón