Tu corazón sano como una manzana
Está demostrado que viajar reduce la posibilidad de padecer infartos en un 21%, sobre todo en las personas mayores.
La actividad física que se produce en los viajes, es beneficiosa para cualquier persona, pero en particular para todos aquellos que llevan una vida sedentaria.
Haciendo visitas turísticas en la ciudad o con caminatas por montaña puedes llegar a andar una media de 10.000 pasos diarios, aproximadamente unos 7 kilómetros.
Las personas que llevan muchos años sin viajar o sin tomar vacaciones anuales también tienen más probabilidades (en torno al 32%) de sufrir ataques al corazón.
Estas cifras ya se consideran nivel moderado de ejercicio, por lo que haciendo turismo conseguirás que tu corazón esté algo más saludable.
Tu mente en buena forma
Con los viajes nos involucramos en situaciones que hacen que nuestro cerebro se active y cree nuevas conexiones.
Aprender sobre otros lugares y sus costumbres, además de aumentar nuestra cultura, ayuda a retrasar la aparición del Alzheimer y previene la demencia.
Las nuevas experiencias, los entornos nuevos o los idiomas diferentes promueven la salud del cerebro y el desarrollo de la capacidad cerebral a lo largo de la vida.
Abrirte a otras situaciones, descubrir paisajes, adaptarte a otro entorno… todo contribuye a estimular la mente, nos hace más creativos y aumenta nuestra capacidad a la hora de resolver problemas.
Serás más productivo/a
El agotamiento mental está considerado como una de las principales enfermedades provocadas por el trabajo.
Cada día son más frecuentes las bajas provocadas por altos niveles de estrés, lo que a su vez suponen un problema para las empresas porque ven disminuidos los niveles de productividad de sus empleados.
Para no llegar a esta situación es esencial que las personas disfruten de sus periodos de vacaciones. Darle al cerebro cierto tiempo de descanso laboral lo regenera, ayuda a resolver problemas y a conectar ideas.
Está comprobado que los empleados que viajan son más productivos y menos propensos a dejar su trabajo.
Siéntete más joven
Los altos niveles de cortisol, que es la hormona producida por el estrés, aceleran el proceso de envejecimiento en las personas.
Esto con el paso del tiempo va debilitando nuestro sistema inmunológico y nos hace más propensos a contraer enfermedades.
Afortunadamente viajar nos hace sentir placer ayudándonos a liberar y contrarrestar esa tensión física y emocional.
No te faltará Vitamina D
Siempre que puedas planifica tus vacaciones en sitios que te permitan disfrutar de actividades al aire libre.
Respirar aire puro y que nos dé el sol incrementa los niveles de Vitamina D. Esto se traduce en unos huesos más fuertes y una sangre más saludable. Además nos ayuda a prevenir la depresión, la tensión y a conciliar mejor el sueño.